Para muchos dormir es un placer, disfrutan de esas horas en
que los ojos se cierran y el tiempo pasa sin que nosotros seamos consientes,
pero en determinado horario que uno lo programo.
El muy maldito despertador suena y ahí va la manito
apagarlo, para dormir aunque sea cinco minutos más, pero pasado ese tiempo
vuelve a sonar incansablemente.